El diari Los Andes de Mendoza ha publicat a la seva edició del dissabte 11 de gener la crònica de l'acte de commemoració dels cent anys de la primera ascenció al cim de l'Aconcagua. Us reproduim aquest article.

Con la presencia de un bisnieto de Zürbriggen Aconcagua: a 100 años de la primera cumbre
El acto central se realizó en Plaza de Mulas a 4.200 metros, ante unos 500 andinistas de todas las latitudes. El gobernador prometió retornar -en una fecha próxima- la momia incaica al Centinela de Piedra de América.
Plaza de Mulas. Cerro Aconcagua (Por Eduardo Luis Ayassa, enviado especial de LOS ANDES). Los sones de un clarín tocando silencio se extendió por el lugar abierto al cielo. Al frente la pared oeste (famosa por su color rojo en el atardecer) del Aconcagua. Nunca un cielo tan celeste, nos ofrecía una montaña tan espectacular a la vista, como a los sentimientos. Fue un acto sin protocolo, con mucho color y calor humano. Rostros quemados por los soles y los vientos ofrecían un mapa geográfico mundial. Había gente de todas las latitudes y de todos los continentes. Y como no podía ser de otra manera, hubo -sobre un total aproximado de 500 almas- muchos mendocinos, con el gobernador Arturo Lafalla, como un andinista más, que lograra subir sus 6.962 metros en dos oportunidades. Tal vez por esos sus palabras encerraron admiración por el visitante ilustre: Dave Zürbriggen; reconocimiento de la "gran riqueza'' que el cerro encierra; el compromiso de mantenerlo "limpio y cuidado'' por los siglos de los siglos y "pagar una deuda'', que será, cuando las condiciones los permitan, poder restituir a una de estas laderas a la momia inca. Cientos de andinistas aplaudieron la promesa (que se podría llevar a cabo en los próximos meses) y después el lugar quedó silencioso. Los montañistas comenzaron a andar -paso a paso- hacia esa cumbre, tan ansiada como lejana. Una placa incrustada en la piedra marcará, de ahora y para siempre, que ya han pasado 100 años desde que el guía suizo Matthias Zürbriggen, se convirtiera en el privilegiado en la conquista del "techo'' de América. El acto Con la presencia de Dave Zürbriggen (que también abrazó a César, su otro pariente desconocido), quien agradeció emocionado el haber sido invitado al acto y relató su tristeza por "no estar acá junto a toda la familia'', después se adentró en la montaña en busca de una cumbre -que espera alcanzar el próximo martes 14- que lo identifique aun más con su pariente. También estuvieron el comandante de la Octava Brigada de Montaña, general de brigada Alfredo Leonardo Lafuente; el subjefe de la Policía de Mendoza y jefe de la Patrulla de Rescate, comisario general Ignacio Medina; el director de Recursos Naturales Renovables, Oderico Brusadín; el titular de Deportes, Daniel Rodríguez; el subdirector general de Escuelas, Jorge Giaquinta y el director de la Escuela de Guía de Alta Montaña "Coronel Valentín Ugarte'', Alejandro Randis. El acto contó con el abanderado y escolta de la bandera histórica del Ejército de los Andes, perteneciente al Regimiento de Infantería de Montaña "General Gregorio Las Heras'' con asiento en Tupungato y una formación de honor, con uniformes de época, del RIM 11. La fiesta Y la fiesta recién comienza. Al acto central, que se realizó ayer, para permitir que muchas voluntades intenten la cumbre el próximo 14, se le sumará un espectáculo artístico-folklórico para hoy, en Puente del Inca, desde las 16. Muchos hombres y mujeres están a la espera de la aclimatación necesaria para buscar la altura máxima del Atalaya de la cordillera, en una fecha tan especial como es el centenario de su primera conquista. Desde Plaza de Mulas, un lugar de acercamiento, bien llamada "base'' natural del difícil emprendimiento, todo parece diferente. El cerro se recorta sobre un cielo límpido y claro. Sus paredes de hielo eterno, sus grietas y acarreos, o simplemente esos "caminos'' abiertos en la piedra, separan al hombre de la altura máxima y del primero que pisó su cumbre, algo que ocurrió ni más ni menos que 100 años atrás.

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